Hacerse vegetariano o al menos reducir todo cuanto nos sea posible la ingesta de carne es una sabia decisión desde el punto de vista de la salud. Pasarse a las verduras representa beneficios notables por todo el organismo.
Alimentarse de verduras permite eliminar el colesterol de la dieta y por lo tanto el riesgo de sufrir cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón. Cierto es que nuestros cuerpos necesitan una pequeña cantidad de colesterol, pero la mayoría de personas lo producen de manera natural.
La fibra soluble que se obtiene del consumo diario de verduras regula el tránsito intestinal, permitiéndonos ir al baño cada día y aparcar para siempre la sensación de hinchazón y otras molestias intestinales causadas por las dietas poco equilibradas, como el estreñimiento. No comer carne o hacerlo muy poco (una o dos veces por semana y siempre a la plancha y en pequeñas cantidades) reduce el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, lo que a su vez significa menos probabilidades de cardiopatías y derrames cerebrales.
Pasarse a las verduras también ayuda a perder peso, ya que se reducen las grasas saturadas. Además, las frutas y verduras no sólo tienen menos calorías, sino también más agua, lo que ayuda a saciar el apetito. En este sentido, hay que tener en cuenta que no todos los vegetarianos son delgados ni todos los carnívoros obesos; depende del resto de alimentos con que acompañen a estos dos grupos de alimentos, así como de su tipo de vida. Si es de tipo sedentario, existen muchas probabilidades de engordar, incluso si se es vegetariano o vegano. Los hidratos y el uso que se hace de ellos también desempeña un papel importante.
Por último, destacar que las personas que deciden adoptar el vegetarianismo tienen la posibilidad de acceder a una serie de nutrientes que de otro modo sólo ingerirían en pequeñas cantidades, siendo su efecto mucho menor. Hablamos de antioxidantes, esteroles vegetales, fitoquímicos y potasio, los cuales, entre otras cosas, reducen el riesgo de enfermedades del corazón e hipertensión.