Los expertos en medicina coinciden en que cultivar buenas amistades debe encontrarse siempre entre las principales prioridades de cualquier persona, junto a una alimentación sana y la práctica regular de ejercicio.
No tener amigos aumenta el riesgo de desarrollar depresión a cualquier edad. Es un hecho. Asimismo, el sentimiento profundo de soledad también puede provocar el agravamiento de otras enfermedades, especialmente en personas mayores de 60 años.
Cultivar buenas amistades también contribuye a la preservación de las habilidades cognitivas. Según un estudio, las personas de la tercera edad que se sienten solas tienen más probabilidades de padecer demencia que las tienen amigos con los que charlar y salir.
Llegado el momento de resolver un problema, somos mucho más fuertes cuando estamos rodeados de buenos amigos. Infinitamente. Piénsalo: si sumas la experiencia de los demás a la tuya propia, multiplicarás tus posibilidades de superar con éxito los obstáculos que te vaya poniendo la vida por delante, y naturalmente lo harás más rápido que si tienes que buscar la respuesta tú solo.
La vida siempre es mejor en compañía, sin excepciones. Si no ¿quién te levantará el ánimo cuando te sientas decaído? ¿Con quién compartirás las cosas emocionantes que te sucedan? ¿Quién se preocupará por tu felicidad además de ti mismo? Cierto es que a veces solo se vive más tranquilo y que confiar en las personas puede resultar difícil, sobre todo cuando has sufrido alguna decepción, pero la recompensa hace que valga mucho la pena salir a la calle y ponerse a cultivar amistades, ¿no crees? No te pongas barreras de raza, sexo ni edad… los buenos a menudo aparecen sin que lo planeemos. Mantente despierto para no desaprovechar nunca la ocasión de añadir una nueva persona de confianza a tu vida.