En lo que se refiere a perder peso, llevar una dieta saludable representa dar un paso de gigante. No todas las personas son capaces de lograrlo, por lo que es una razón para estar muy satisfecho con uno mismo. Pero si tienes que deshacerte de unos cuantos kilos, dicho hábito no basta por sí solo para alcanzar tus metas de peso. Es necesario mantener el cuerpo en movimiento.
Dar un paseo por el barrio es un buen punto de partida, pero para que los resultados sean notables, se deben practicar ejercicios que aumenten el ritmo cardíaco, como correr, montar en bicicleta o dar paseos a paso ligero.
Al acelerar el metabolismo, practicar ejercicio de manera regular ayuda a quemar más calorías que si únicamente comemos de manera saludable. La tonificación de los músculos –que se hace más evidente si combinamos el cardio con el entrenamiento de fuerza– hace que la pérdida de peso sea todavía más notable, tanto para uno mismo como para los demás.
No cabe duda de que mantener el cuerpo en movimiento es tan importante como realizar elecciones alimentarias saludables. Ambas piezas deben trabajar unidas cono un engranaje para alcanzar nuestro peso ideal y tener la oportunidad de mantenerlo a largo plazo. Aunque ser estrictos es bueno, las recompensas semanales y los días de descanso son imprescindibles para incluir el movimiento con éxito en nuestro estilo de vida.
El movimiento tradicional
La frecuencia recomendada es de 4-5 sesiones semanales de, por lo menos, una hora de duración cada una. Aunque a priori puede parecer mucho, existen estrategias para mantenerse motivados, como cronometrarnos para desafiarnos a nosotros mismos a mejorar nuestras marcas o formar un grupo donde se produzca una competitividad sana.
El movimiento eficiente
Asimismo, existen formas de no depositar todo el peso del movimiento en el ejercicio propiamente dicho, como ir caminando en lugar de en automóvil siempre que sea posible o usar las escaleras en lugar del ascensor. Si mantienes dicha filosofía en tu rutina diaria, puede ser suficiente con 2-3 sesiones semanales de ejercicio intenso, incluso menos, para perder peso.