Los crackers, una especie de galletas secas y ligeramente saladas, son uno de los alimentos más consumidos en caso de náuseas. Funcionan muy bien cuando hay náuseas debidas al hambre o durante el embarazo.
Es preferible comer lentamente y en pequeños mordiscos. Si las ganas de vomitar proceden de una infección del estómago, es posible que el cuerpo no las retenga correctamente.
El jengibre es un tubérculo que presenta muchos beneficios para la salud, actuando de manera particularmente eficaz en el tratamiento de desarreglos digestivos, las náuseas provocadas por una indigestión, los dolores de estómago o un embarazo.
Se puede consumir de formas diferentes, la más fácil es la de masticar directamente trozo de jengibre fresco. Si no os gusta el sabor de este alimento, recomendamos consumirlo en forma de infusión. Se corta un poco de jengibre en pequeños pedazos y se añade al agua hirviendo. Se deja 5 minutos y luego se retira del fuego y se deja reposar 10 minutos. Luego se puede beber y constatar la mejora del estado del estómago así como la reducción de las ganas de vomitar.
El arroz blanco, un alimento muy recomendable en caso de diarrea, también es eficaz para las náuseas y los vómitos. Se trata en efecto de un ingrediente suave y fácil de digerir que ayuda a recibir mayor energía al tiempo que combate el malestar. Es particularmente recomendable en caso de vómitos por indigestión, infecciones de estómago o embarazo.
Otro alimento que puede ser consumido para atenuar las náuseas es el caldo de pollo. Conviene tener en cuenta que no se debe preparar con condimentos deshidratados, sino que siempre debe ser natural y casero. Preferentemente, no se deben comer las verduras del caldo. Consumir simplemente el líquido y el pollo en pequeños bocados. Se debe comer lentamente y si se experimenta malestar, conviene dejar de consumirlo. Este plato es muy suave y contribuye a mejorar la hidratación del cuerpo y obtener mayor energía atenuando las náuseas.