Está de moda no consumir leche de vaca, desde hace un par de años se está buscando la manera de evitarla y consumir en su defecto leches vegetales. Seguramente habrás visto en la sección del lácteos de tu supermercado habitual cómo ha aparecido un montón de variedades de leches hechas a base de vegetales.
No se si sabe si su moda se debe a que se está expandiendo la cultura vegetariana y vagana, o quizá la mala publicidad de la leche de vaca o porque la gente está en búsqueda de nuevos productos health que te ayudan a mantenerte más sano.
Los anacardos, el fruto seco del que os hablamos hoy, son muy ricos en vitaminas y minerales, ayudan a reducir el colesterol malo y previene enfermedades cardiovasculares. Se les puede conocer como las nueces de la India y tienen un sabor suave. Crecen en las zonas tropicales y subtropicales.
Contienen poca agua y si se consumen en exceso, como la mayoría de los frutos secos, puede desembocar en un aumento de peso. Sin embargo, debemos introducirlos en nuestra dieta ya que nos aporta una gran serie de minerales y vitaminas, como son las A, E y C y también las del grupo B, excepto la B2. Además, zinc, hierro, magnesio y hierro. Son ricos en fibra soluble, 100 gramos de anacardos proporciona casi 5 gramos de fibra.
La gran parte de su composición es de grasa, pero es una grasa saludable, monoinsaturadas. No contienen colesterol y son una gran fuente de Omega 3.
Leche vegetal de anacardos
Como bien sabes, existe gran variedad de leches vegetales, entre las más conocidas se encuentran la leche de almendras, avellanas, arroz o soja. Y de éstas mismas, muchas son de origen ecológico. En esta ocasión, os recomendamos que probéis a hacer en casa la leche de anacardos ya que su sabor queda delicioso y es muy beneficioso para nuestro organismo.
Ingredientes:
- 750 ml de agua
- 140 gramos de anacardos crudos y sin sal
Preparación
Antes de empezar es recomendable dejar la noche anterior los anacardos en remojo en agua. En un vaso apto para la batidora o en un recipiente echa el agua y a continuación los anacardos. Bátelos hasta que queden bien triturados. Una vez batido, con ayuda de un colador chino, cuela el resultado en una jarra de cristal. Con un mortero haz presión sobre la pulpa para extraer la mayor cantidad de leche posible.
Una vez extraído todo el jugo, guárdalo en la nevera y ten en cuenta que tiene una caducidad de tres días.