Todos sabemos que la lactancia materna es la mejor solución para el bebé desde su nacimiento. La leche materna ofrece al bebé todo aquello que necesita para crecer, estar sano y ser resistente. Al crecer, los bebés comienzan a consumir otros alimentos que aportan igualmente beneficios para su salud y su crecimiento.
A partir de los 6 meses, ciertos bebés están dispuestos a comer fruta. Se pueden comer en forma de puré, sin azúcar, o en pequeños trozos que el bebé puede masticar, aunque sólo si ya presenta sus primeros dientes.
Manzanas
Las manzanas preparadas en puré, sin azúcar, o en pequeños trozos son fáciles de digerir, lo que es perfecto para los bebés. También se trata de una fruta ideal, como los plátanos, recomendada para combatir la diarrea o las heces líquidas del niño.
Peras
Las peras, además de ser suaves en la boca, son las frutas menos alérgicas para el bebé. Estas frutas son generalmente muy bien aceptadas gracias a su sabor dulce.
Plátanos
Los plátanos son ideales para los niños. Deliciosos y dulces, aportan energía al bebé y previenen la diarrea. Se trata de un alimento fácil de transportar y de dar al bebé. Basta con pelarlo y ya está.
Albaricoques
Los albaricoques son una buena fuente de betacarotenos y de fibras. También son ricos en hierro y en potasio.
Melón
El melón es muy suave. Por lo tanto es perfecto para preparar deliciosos biberones para los bebés. Igualmente contiene vitamina C y permite refrescar al bebé en verano y prevenir el resfriado en invierno.
Arándanos
Los arándanos son ricos en vitamina C, e igualmente es un fruto que contiene muchos antioxidantes.
Melocotones
Aportan vitamina C y su pulpa suave es fácil de digerir.
Papaya
A pesar de que esta fruta no se consume de forma corriente en algunos países de Europa, la papaya es un fruto cuya textura lo hace fácil de ingerir. Es perfecta para los bebés que todavía no tienen dientes. Es rica en vitamina C y en betacaroteno.