Algunas personas transpiran mucho, otras muy poco. Diferentes factores entran en juego y determinan la respuesta física, y por lo tanto el tiempo de espera antes de tomar una ducha después del ejercicio.
La intensidad del entrenamiento
Cuanto más intenso ha sido el ejercicio, más se ha transpirado, porque el esfuerzo físico aumenta la temperatura del cuerpo y la producción de sudor. Si se han corrido 5 km a gran velocidad, se transpira mucho más que si se recorren 3 km a un ritmo moderado.
La temperatura externa
En entornos calientes y húmedos, es normal transpirar más, este aspecto influye de forma determinante sobre el tiempo de espera antes de tomar una ducha.
El propio cuerpo
Ciertas personas no transpiran de forma fácil, y otras comienzan a transpirar al comienzo de la actividad. El funcionamiento del cuerpo determina la temperatura y el tiempo de espera antes de tomar la ducha.
La ducha después del ejercicio
Conviene saber que ducharse justo después del ejercicio no es la mejor solución. De forma ideal, conviene esperar a que la temperatura del cuerpo se estabilice antes de meterse debajo de la ducha. De esta forma se evitan los efectos negativos que podrían provocar el contacto del cuerpo caliente y del sudor con el agua fría.
Si el cuerpo está caliente y entra en contacto con agua fría, se corre el riesgo de sufrir un síncope o una hidrocución, y aunque esto no suele ser frecuente, conviene esforzarse para prevenir este riesgo. Además, una vez que se sale de la ducha, es posible que se siga sudando. Esto ocurre porque el cuerpo continúa trabajando para regular la temperatura.
Lo normal para detener la transpiración, es esperar antes de tomar una ducha durante un tiempo aproximado de 20 minutos.
Otras recomendaciones
Conviene utilizar ropa adaptada durante el ejercicio, y esto es importante porque los materiales con los que están confeccionadas las prendas deportivas ayudan a controlar la transpiración y se secan con mayor rapidez, evitando que se produzcan resfriados por culpa de temperaturas muy frías.
También se recomienda permanecer hidratado durante el ejercicio, evitando que la temperatura del cuerpo suba demasiado. Se debe reducir la intensidad del ejercicio a medida que se acerca el final de la actividad física, puesto que el cuerpo comienza la regulación de su temperatura de forma progresiva.
Si se practica deporte en un entorno frío y se lleva ropa de algodón, es importante cambiarse y ponerse ropa seca esperando a darse la ducha. Conviene saber que el algodón se moja mucho más rápido y que se corre el riesgo enfriarse en el caso de que la temperatura externa sea fría. Siempre conviene darse una ducha caliente para reducir el impacto sobre el cuerpo.
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