Una de las razones para estar entusiasmados con la llegada de la primavera es la alcachofa. Además de estar muy rica, aporta nutrientes como hierro, calcio y un montón de fibra –una de tamaño medio cubre más del 20 por ciento de tus necesidades diarias de fibra–.
Desde la manera más sencilla hasta otras que requieren de una cierta experiencia como cocinero, aquí te proponemos cuatro deliciosas y saludables formas de disfrutar de este alimento.
Al vapor
Si andas corto de tiempo o prefieres comenzar por lo básico, utiliza este método para cocinar tus alcachofas. Al vapor se hacen rápido y el resultado es bastante bueno. Puedes cocinarlas tal cual o añadirles un poco de sal, pimienta y zumo de limón.
Asadas con zoodles
Los zoodles –verduras cortadas con forma de espaguetis o noodles– forman una gran pareja con el alimento que hoy nos ocupa. Asa las alcachofas y añádelas a tus zoodles para obtener un plato ligero y bien equilibrado. Una excelente alternativa baja en carbohidratos a la pasta tradicional.
En la ensalada
¿Has probado alguna vez una ensalada caliente? Pues si tienes alcachofas, champiñones y brotes de espinacas en tu frigorífico, estás ante la oportunidad perfecta de aficionarte a ellas. Cocina alcachofas en rodajas, champiñones, ajo picado y tomillo en una sartén durante unos cinco minutos. Condimenta con sal y pimienta. Agrega un poco de vino blanco y espera hasta que se reduzca. Coloca un puñado de espinacas en cada plato y la mezcla de alcachofas y champiñones en la parte superior. Salpimenta y riega con aceite oliva y zumo de limón. Si lo deseas, puedes añadir queso parmesano rallado por encima.
Rellenas
Las personas creativas encontrarán este método muy gratificante, aunque primero es necesario ser un experto en el asado sencillo. Sosteniendo la alcachofa firmemente por la base, golpea firmemente la parte superior contra una superficie dura. Esto provocará que se abra y pueda ser rellenada de lo que se te ocurra. Nuestro consejo es que hagas una mezcla de pan rallado, queso y especias.