Como saber si eres intolerante a la lactosa

Leche de vaca

Casi nadie se salva de tener alguna intolerancia alimenticia, parece ser que están a la orden del día y pueden surgen de la noche a la mañana. Como puede ser la intolerancia a la lactosa.

Cada vez son más las personas que sufren alteraciones intestinales, problemas en sistema digestivo que les obligan a cambiar radicalmente sus hábitos alimenticios. 

En este caso, la leche cada vez produce más intolerancia y nosotros queremos contarte en qué consiste, cómo se presenta, qué síntomas son los más comunes y cuáles son las alternativas a la leche.

Intolerancia a la lactosa: características

En el caso de los intolerantes a la lactosa ocurre que no son capaces de digerir el azúcar de la leche, es decir, esa sustancia denominada lactosa que se encuentra en la leche.

Tener intolerancia también se le conoce como ‘absorción insuficiente de la lactosa’, no es un problema muy grave, tan sólo que al que lo padezca tendrá unos síntomas, unas patologías molestas y nada agradables.

La intolerancia se debe a la deficiencia de lactasa, que es la enzima que produce directamente el intestino delgado. Una persona que tiene los niveles bajos de lactasa no puede absorber y tolerar los productos lácteos. Sin embargo, si tienes intolerancia a la lactosa y esa deficiencia de lactasa no podrás consumir alimentos lácteos sin sufrir una serie de síntomas.

Muchas de las personas que lo sufren, pueden llegar a controlar esta intolerancia y controlar la afección sin necesidad de cambiar toda la base de su alimentación.

Como característica curiosidad, en Europa encontramos a los suecos y los holandeses entre otras culturas, que no tienen tanta intolerancia a la lactosa, se debe a que tienen una adaptación genética particular. Son países donde parten de una fuerte tradición ancestral ganadera.

Por otro lado, se calcula que entre un 30% y un 50% de la población podría llegar a ser intolerante a la lactosa.

vaso de leche

Niveles de intolerancia a la lactosa

Tenemos que explicar que el ser intolerante a la lactosa puede tener varios niveles o grados, porque no todos son iguales ni todos nos provocan los mismos síntomas. A continuación te contamos las diferencias que encontramos.

Primaria

Es el tipo más frecuente. Las personas en este caso producen mayor cantidad de lactasa nada más nacer, sin embargo, con el paso del tiempo esta producción disminuye y puede llegar a que los productos lácteos sean más complicados de digerir.

Este tipo de intolerancia suele ser característica de las personas con ascendencia africana, hispana o asiática, del sur de Europa o nacidos en el Mediterráneo.

Secundaria

En este caso, la intolerancia aparece cuando el intestino delgado disminuye esa producción de lactasa después de una enfermedad o cualquier cirugía que afecte al intestino delgado.

Además, se relaciona con la celiaquía, la enfermedad de Crohn o una proliferación bacteriana. El diagnóstico y tratamiento que pueda restablecer los niveles de lactasa y mejorar los signos y síntomas.

Congénita o del desarrollo

En este caso, se debe a una ausencia total de la producción de lactasa en el intestino delgado. Se transmite de generación en generación, se hereda genéticamente y no tiene cura.

Síntomas comunes

Los síntomas que se muestran son quizá comunes a otras patologías del intestino o del estómago, por ello, tenemos que ser conscientes previamente si hemos consumido con anterioridad algún producto lácteo.

Los signos aparecen de 30 minutos a 2 horas después de la ingesta, y los más comunes son los siguientes:

  • Cólicos.
  • Diarrea.
  • Hinchazón abdominal.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Gases.

Cuando se producen de continuo estos signos, hay que empezar a cuestionarse la retirada de los productos lácteos, además de acudir al médico para que diagnostique el caso del paciente con total seguridad para no fallar con el tratamiento.

¿Por qué se produce esta intolerancia?

Aunque ya lo hayamos comentado con anterioridad, reunimos cuáles son las causas comunes de esta intolerancia.

Esta intolerancia nace en el intestino delgado, cuando no produce la enzima lactasa que digiere el azúcar de la leche, la lactosa. Esta enzima se encarga de convertir ese azúcar en glucosa y galactosa que son absorbidos por la mucosa intestinal llegando al torrente sanguíneo.

Si se tiene esa insuficiencia, lo que ocurre es que la lactosa de los alimentos se desplazan hasta llegar al colon sin ser procesados ni absorbidos. En el colon, las bacterias presentes interactúan con la lactasa provocando los síntomas vistos.

Causas de la aparición de la intolerancia

Existen algunos factores de riesgo que nos hacen más propensos a sufrir esta intolerancia, te los contemos a continuación:

  • El paso de los años. A medida que vamos envejeciendo, la intolerancia se presenta en edad adulta, bebés y niños no suelen padecerla a no ser que sea por herencia genética.
  • Nacimiento prematuro. Un bebé prematuro tiene más tendencia a terminar por sufrir esta intolerancia, porque su intestino delgado no llega a desarrollar la lactasa.
  • Enfermedades que afectan directamente al intestino delgado.
  • Algunos tratamientos oncológicos también pueden derivar en esta intolerancia. Sobre todo si se ha recibido radioterapia en el abdomen o se han tenido complicaciones intestinales después de la quimiterapia.

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