En ocasiones los menús y las comidas diarias se vuelven repetitivas y predecibles, por lo que conocer comidas y tradiciones de otros lugares puede ayudar a refrescar las recetas propias y a asimilar los ingredientes más deliciosos y nutritivos de cierto lugar.
Por ejemplo, en el caso de la comida proveniente de Chile, ésta presenta características indígenas, españolas e incluso de otros países europeos como Alemania, Italia y en particular Francia.
Así, en el sur de Chile, en la región de Curarrehue, existe una cocina que ha rescatado las tradiciones mapuches incorporando ingredientes locales y exóticos.
En esta cultura, las mujeres son las encargadas de cuidar la huerta, de cosechar y moler los granos, de heredar los conocimientos culinarios a sus hijas y de preservar las tradiciones ancestrales.
Un ingrediente básico de este tipo de cocina es el de los piñones de araucaria, los cuales son incluidos en platillos como asados y en sopas. Asimismo las tortillas de rescoldo y el merquén –un condimento de ají que se prepara seco y ahumado-, junto con el multren –un pan tradicional- completan el menú.
En bebidas, las infusiones de hierbas, como la preparada a base de hierbabuena, menta y toronjil, son favoritas de los lugareños. En particular el mate, infusión preparada con hojas de yerba de mate, es muy apreciado; se puede beber con leche y preparar incluso cerveza de mate a partir de esta exquisita hierba.
Otras bebidas como la chicha (bebida alcohólica proveniente del maíz) y el vino también son consentidos de la región.
Con respecto a postres, destacan los elaborados con dulce de membrillo y dulce de alfajor. También las frutas de sartén, los buñuelos y el famoso pan de Pascua (elaborado con miel, jengibre, fruta cristalizada, nueces y almendras) son parte de la repostería chilena.
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