Si se sufre de ansiedad, se desanconsejan la cafeína y otros compuestos estimulantes. Sin embargo, hay tácticas gracias a las que los muy cafeteros pueden tomar café a pesar de la ansiedad.
Los siguientes son algunos de los mejores consejos y trucos para mitigar los efectos perjudiciales que la cafeína tiene tanto sobre la mente como sobre el cuerpo. Consigue un impulso por la mañana sin ansiedad ni sensaciones de nervios.
Limítate a una taza diaria
Cuando se superan las dos tazas diarias, aumenta el riesgo de palpitaciones e irritabilidad. La mayoría de médicos coinciden en que el número ideal de tazas de café diarias es una. Además de prevenir la dependencia de la cafeína, tomar café con moderación también puede prevenir los ataques de pánico inducidos por este compuesto.
Tómalo caliente
Las bebidas calientes pueden tener efectos calmantes sobre el sistema nervioso, contrarrestando así sus propiedades estimulantes. Esta regla es trasladable a las infusiones y otros líquidos calientes, como las sopas.
Cuánto más temprano, mejor
Beber el café temprano por la mañana puede mantener sus efectos secundarios en niveles soportables. El desayuno, por tanto, se antoja como la mejor hora del día para que las personas con ansiedad que no pueden pasar sin esta bebida tomen su ración diaria.
Rebájalo con agua
Dado que el agua puede ayudar a diluir la cafeína, beber un vaso de H20 antes y después de la taza de café, reduce la sensación de ansiedad. La deshidratación también puede causar ansiedad, y el café es diurético, por lo que sobran las razones para asegurarse de mantenerse bien hidratado cuando se toma café.