¿A quién no le gusta tener una piel perfecta? Para lograrlo, existen cremas y tratamientos maravillosos, pero no hay que olvidar todos los recursos que la madre naturaleza pone a nuestro alcance para este propósito.
Los siguientes son tres alimentos que te puedes aplicar directamente sobre la cara para conseguir una piel más tersa y luminosa.
La papaya contiene unas potentes enzimas que, cuando se utiliza de manera externa, ayuda a mudar la piel muerta, aumentar la elasticidad, hidratar y prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. Cuando comas papaya, reserva su piel y frótala por tu cara con el lado interior. Déjala actuar durante unos 15 minutos, como si se tratara de una mascarilla, y después enjuaga con agua abundante.
La espirulina es un superalimento tanto desde dentro como desde fuera. Sus enzimas naturales, antioxidantes, proteínas, ácidos grasos omega, vitaminas y minerales actúan junto a la clorofila para aliviar y reducir la inflamación provocada por el acné y luchar contra la aparición de manchas y arrugas. Mezcla un poco de espirulina con agua, yogur o miel y aplícala generosamente sobre el rostro. Deja que se seque y retírala con agua. A la mañana siguiente, tendrás una piel perfecta.
El yogur actúa como exfoliante. Además, repara imperfecciones y arrugas, especialmente cuando se trata de una variedad no pasteurizada. Simplemente aplícalo por la cara y déjalo durante aproximadamente 30 minutos. Transcurrido ese tiempo, enjuaga y comprueba como tu cutis está más luminoso que antes.