Seguramente has oído hablar en más de una ocasión de las extraordinarias propiedades de las semillas de chía (proteína, fibra, calcio, triptófano, ácidos grasos omega 3…), pero ¿cómo se utilizan en la cocina? Aquí te ofrecemos 5 maneras creativas de comer semillas de chía.
En un flan. Vierte en un bol una lata de leche de coco light, 1/3 taza de semillas de chía, 1 cucharadita de extracto de vainilla y 1 cucharada de miel. Déjalo en el frigorífico al menos durante dos horas (toda la noche si es posible). Como topping, le puedes añadir fruta fresca y trocitos de almendra. Es un excelente desayuno.
En un batido. Añade las semillas de chía a tu batido, triturando o agitando como último paso. El mango y la fresa se encuentran entre nuestras frutas favoritas cuando de mezclarlas con este superalimento en un smoothie se trata.
En las tostadas. Espolvorea unas cuantas sobre una tostada de mantequilla de cacahuete y plátano o sobre una tostada con rebanadas de aguacate. Tendrás un desayuno de lo más nutritivo y delicioso para empezar el día de una manera inmejorable.
En la ensalada. Dado que son básicamente insípidas, mezclarlas únicamente con lechuga no resulta lo que se dice excitante para el paladar. Así que añade también atún o pollo, además de otras verduras y hortalizas, para conseguir no sólo una comida saludable, sino también apetitosa.
Como huevos de chía. Muele una cucharada de semillas de chía en un procesador de alimentos (también nos sirve un molinillo de café o especias). Coloca el resultado en un recipiente pequeño y mézclalo con tres cucharadas de agua. Deja reposar 5-10 minutos o hasta que la mezcla se vuelva gelatinosa. Utilízalo como sustituto del huevo en recetas de panes, galletas, bizcochos… Ideal para veganos.
buenisimo, en ensalada me encanta