La tos es un síntoma muy molesto de los resfriados, ahora que se acerca el frío y los cambios de temperatura suelen ser bruscos e inesperados somos muchos los que estamos sufriendo las consecuencias de no taparnos bien a la hora de salir a la calle.
La falta de abrigo hace que nuestro cuerpo se resienta y pueda coger un leve catarro o resfriado que nos afecta directamente a nuestro estado de salud, tos, mocos, malestar o escalofríos son los síntomas más comunes.
Antes de recurrir a algún medicamento para poder deshacernos de la molesta tos es preferible que probemos con algunos remedios caseros para no tener que introducir en nuestro organismo sustancias químicas.
Entre lo más conocido y común es utilizar miel y limón caliente, tiene grandes efectos calmantes y evita esos episodios de tos nocturna.
¿Qué es la tos?
Una afección respiratoria que suelen padecer muchas personas, una molestia que aparece por la noche cuando estamos más relajados y estamos dispuestos a dormir. Durante las madrugadas cuando hace más frío la tos toma fuerza y puede resultar muy molesta. Suele afectar más a los niños que los adultos, sin embargo, los remedios caseros son tan eficaces como para los más pequeños como para los más mayores de la casa.
Remedios caseros
- Miel y limón: Una gran combinación ya que sus propiedades ayudan a calmar la garganta y aliviar la fuerte tos. Un remedio muy sencillo para llevar a cabo, necesitamos calentar un poco de agua, echarle una buena cucharada de miel y el jugo de un limón. Se debe tomar caliente y seguidamente acostarse y entrar en calor. Estos dos ingredientes tienen el poder de calmar la garganta y las vías respiratorias, protege la garganta con una película haciendo que no pique.
- Jarabe de miel y cebolla: Mezclar el jugo de la cebolla con la miel es un tratamiento ideal para despejar las vías respiratorias no tener nada de mucosidad y estar libre de tos. Previene los episodios de tos de madrugada que nos hacen develarnos y no dejarnos dormir. La cebolla tiene unas grandes propiedades antibióticas naturales, entre las que se encuentran aliviar los síntomas de los resfriados comunes. Para preparar este remedio debemos coger una cebolla, pelarla y ahuecarla un poco. En ese hueco introduciremos una buena cantidad de miel y la dejaremos reposar un par de horas. La cebolla naturalmente soltará sus propios jugos y se mezclarán con la miel creando un efectivo jarabe. Cada hora tomaremos un poco de este preparado para evitar que aparezca y calmar sus efectos.
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