Abusar de las bebidas alcohólicas está totalmente desaconsejado, pero tomar una de vez en cuando, sobre todo durante la primavera y el verano, cuando el tiempo invita a sentarse al aire libre, puede representar interesantes benenificios para la salud. Aquí te exponemos las ventajas de beber cerveza con moderación.
Los ácidos amargos de la cerveza ayudan a combatir la inflamación y mejorar la digestión. En este último aspecto, cuanto más amargo es su sabor, más ácido gástrico liberan las células del estómago para digerir los alimentos y controlar el crecimiento de las bacterias intestinales peligrosas. Esto la convierte en la compañera ideal de las comidas copiosas.
Numerosos químicos presentes en esta bebida alcohólica, como la lupulona o el xanthohumol, han ofrecido prometedores resultados en la prevención e incluso el tratamiento del cáncer. Por ahora los estudios se han limitado a roedores, aunque los investigadores creen probable que sea también efectivo en seres humanos.
La cerveza fortalece los huesos, dado que es una gran fuente de silicio, y mantiene los dientes sanos al eliminar las biopelículas que promueven la caries y las enfermedades de las encías de una forma más efectiva que el té negro y las frambuesas.
Tomar una de vez en cuando también es beneficioso para el corazón, el cerebro y los riñones. Los estudios han llegado a la conclusión de que las personas que la beben tienen un riesgo menor de desarrollar enfermedades cardíacas. En lo que se refiere al cerebro, la cerveza protege las células cerebrales del daño oxidativo gracias de nuevo al xanthohumol, un químico que también ha reducido los tumores hepáticos en ratas. A la hora de proteger los riñones, la cerveza tampoco se queda corta, reduciendo el riesgo de formación de cálculos renales.