Las vitaminas son muy importantes para el pelo como para el resto del organismo. Un régimen equilibrado que contenga todos los nutrientes esenciales, se refleja directamente sobre el pelo, aportando brillo y vitalidad. Si el pelo está frágil y se rompe, la riboflavina o la vitamina B12 pueden ayudar a reforzarlo y es una forma de garantizar un buen complemento natural, completando la alimentación con levadura y germen de trigo, que son excelentes igualmente para la piel.
Para el pelo seco, el ácido pantoténico o la vitamina B5 ayuda a la hidratación del cabello como solución fundamental. Conviene encontrar alimentos ricos en esta vitamina en un régimen alimenticio habitual para combatir el cabello seco. En cualquier caso, si el problema es la seborrea, la piridoxina o la vitamina B6 es lo más conveniente. Esta vitamina está también presente en otros alimentos, la levadura y el germen de trigo.
Otras vitaminas presentes en estos complementos es el inositol o la vitamina B7. A nivel capilar, su papel es el de estimular el crecimiento del cabello. Si deseáis que el pelo crezca más rápido, se puede recurrir a un régimen especial para el crecimiento del pelo, que, entre otros elementos nutritivos, incorpora fuertes concentraciones de esta vitamina.
Sin olvidar las vitaminas para prevenir la pérdida del cabello, como es la biotina o la vitamina B8. Esta vitamina ayuda a prevenir la caída del pelo y se encuentra en la leche, las fresas y las levaduras, entre otros.