¿Sabías que además de calmar el malestar estomacal y aliviar el estreñimiento, el té blanco tiene un beneficio menos conocido? Nos referimos a la pérdida de peso.
Procedente de la planta camellia sinensis, esta variedad de té adquiere un tono amarillo pálido cuando se prepara. Aunque algunos expertos recomiendan emparejar todas las comidas con esta bebida, una taza diaria puede ser suficiente para notar resultados relacionados con la lcuha contra el sobrepeso.
La grasa como objetivo
Una vez ha entrado en nuestro organismo, los compuestos del té blanco actúan frenando el crecimiento de nuevos depósitos de grasa y promoviendo la descomposición de los ya existentes. Estos procesos resultan con el tiempo en un cuerpo más esbelto si lo tomamos de manera regular.
Cabe señalar que funciona mejor cuando se incluye dentro de un tipo de vida saludable, basada en el ejercicio y una dieta equilibrada. Aunque deshace la grasa, no podemos esperar que haga todo el trabajo mientras nosotros comemos lo que se nos antoja.
Otros beneficios
Compartiendo muchos beneficios para la salud con el té negro y el té verde, el té blanco no está tan procesado como estos, lo que lo convierte en la opción con más ventajas en general. Se trata de una bebida rica en antioxidantes, conteniendo hasta tres veces más que el té verde, razón por la que es más efectivo en la lucha contra el envejecimiento celular.
Asimismo, protege contra la caries debido a su riqueza en flúor, estimula la circulación de la sangre y oxigena la piel, reduce los niveles de colesterol y alivian la fatiga. Los estudiantes también pueden encontrar un aliado en esta bebida, especialmente en época de exámenes, ya que se ha demostrado que contribuye a aumentar la capacidad de concentración y mejorar la memoria.