La hipertensión es una de las enfermedades más comunes, sobre todo entre las personas mayores de 60 años. Por suerte, llevar unos hábitos de vida saludable puede ayudar en muchos casos a reducir la presión sanguínea. Practicar ejercicio de manera regular es fundamental, así como seguir una dieta sana y equilibrada en la que no falten alimentos que reducen la tensión arterial de manera natural.
Remolacha: La remolacha ha ofrecido unos resultados asombrosos en estudios recientes, estabilizando la tensión arterial de personas con hipertensión durante las 24 horas posteriores a su ingesta. El secreto podría estar en la riqueza en nitratos de la remolacha, que ensancharía los vasos sanguíneos ayudando al flujo de la sangre. A la hora de tomarla, tenemos muchas opciones, la podemos convertir en zumo, asarla o añadirla a nuestras ensaladas.
Nueces: Y si la remolacha actúa a corto plazo, las nueces lo hacen a través de los meses. En un estudio se incluyó media taza de nueces en el menú diario de un grupo de adultos, y al cabo de cuatro meses todos presentaban una tensión arterial más baja, además de una mejor circulación sanguínea y una cintura más estrecha. Sus armas para combatir la hipertensión y la obesidad son sus grasas saludables, el magnesio y la fibra.
Hacerse vegetariano: Este último consejo lo reservamos no para un alimento, sino para un hábito alimentario… para algunos una filosofía. Hablamos del vegetarianismo. Y es que es un hecho que las personas que no comen carne tienen la tensión arterial más baja que los omnívoros. Así lo relejan numerosos estudios.