Comer en exceso en la cena a menudo conlleva una sensación liberadora después de un duro día de trabajo. Sin embargo, es importante destacar que no es nada saludable, ya que conduce al sobrepeso, la hinchazón de vientre y dificultades para conciliar el sueño.
Afortunadamente, es un hábito que se puede evitar. La necesidad voraz de ingerir copiosas cantidades de alimentos por la noche tiene diferentes causas. A continuación, te explicamos trucos para ponerle remedio a las más habituales.
Date algún capricho durante el día
No esperes a la hora de la cena para darte ese pequeño capricho diario. Chocolate, queso… sea lo que sea aquello que más te hace disfrutar, sacia tus ganas durante el día. De esta manera, no sentirás el deseo incontrolable de atracar el frigorífico entero por la noche.
Come lo suficiente
A menudo, la razón para comer exceso en la cena es tan simple como que, debido a diferentes motivos, no se come lo suficiente durante el resto del día o nos saltamos una o varias comidas. Asegúrate de realizar un desayuno, almuerzo, comida y merienda adecuados para no estar hambriento en la última comida del día.
Consigue los nutrientes esenciales
Las proteínas, los carbohidratos y las grasas son esenciales para saciar el apetito y mantener estables los niveles de energía, especialmente en el desayuno y el almuerzo. Si no conseguimos estos nutrientes durante el día, nuestro cuerpo nos demandará recompensárselo comiendo en exceso por la noche. Recuerda que los carbohidratos ideales son los complejos, mientras que las grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva) son las que hay que procurar consumir en lugar de grasas saturadas y trans. En lo referente a las proteínas, no es necesario una cantidad desorbitada, sino que entre 20 y 30 gramos por comida es suficiente.