Las tendencias alimentarias a menudo nos dan a conocer nuevos productos y hábitos que, en muchos casos, significan un impulso para la salud de muchas personas.
Sin embargo, hay que moverse con precaución a la hora de abrazar con rotundidad una nueva moda. A continuación te explicamos por qué con los zumos, el aceite de coco y las dietas libres de gluten pueden no ser tan saludables como creías.
Los zumos
Aunque mejoran la absorción de algunas vitaminas, minerales y compuestos químicos, también pueden dejar fuera una gran cantidad de fibra y nutrientes contenidos en frutas y verduras. Las personas que consumen zumos tienden a beber más calorías concentradas sin sentirse tan satisfechas después. Eso se debe a que se deja atrás la fibra, que es saciante, así como al hecho de que las calorías bebidas nos llenan menos que las masticadas. La solución está en combinar los zumos con la ingesta de frutas y verduras enteras –con piel, siempre que sea posible–.
Aceite de coco
Sus detractores señalan que está cargado de perjudiciales grasas saturadas. También miran con recelo las pocas investigaciones que se han realizado hasta la fecha para demostrar sus beneficios. Si te convencen estos argumentos, harías bien en usar aceites de oliva y vegetales en su lugar, ya que contienen saludables grasas insaturadas, y reservar la variedad de coco para ocasiones especiales.
Dieta libre de gluten
Volverse gluten-free puede ayudar las personas con sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca, pero quizá no sea tan bueno para las personas sanas que pueden digerir los granos sin efectos secundarios. Los granos enteros pueden realmente ser más saludables para las personas que las alternativas sin gluten, ya que son más altas en carbohidratos procesados. Si tienes que plantarle cara a algo, que sea a las harinas refinadas.