Generalmente, el verano hace que nos apetezcan comidas más ligeras y, a poder ser, que nos dejen una sensación de frescor. Sin embargo, en momentos como la merienda existe un gran riesgo de caer en la tentación de la comida rápida y los alimentos procesados, bien porque nos encontramos de casa o porque no nos apetece meternos en la cocina.
Las siguientes son tres ideas fáciles y rápidas para merendar, igual que el fast food, con la diferencia de que además son saludables y te ayudarán a mantener la línea:
Fruta
Puedes optar por consumir una pieza de fruta (2 si son pequeñas), preparar un smoothie o, si tienes algo más de tiempo, cortar algunas de tus variedades favoritas en dados y servirlas en un bol pequeño. Verter un yogur sin azúcar por encima te ayudará a suavizar su sabor, pero si quieres mantener las calorías bajo control, considera comerte la fruta sola. Guarda lo que te sobre en el frigorífico e inclúyela en el desayuno del día siguiente. Dependiendo de la fruta, puede aguantarte incluso hasta la merienda del día siguiente.
Frutos secos
Un puñado de frutos secos (almendras, nueces, pistachos…) te mantendrá funcionando en verano hasta la hora de la cena. Sus propiedades beneficiosas son incuestionables, por algo se encuentran en la base de la dieta mediterránea. Tan sólo recuerda controlar las porciones debido a su alto contenido en calorías. Por ejemplo, en lo referente a las nueces se aconseja no sobrepasar las 6 o 7 diarias, mientras que en el caso de las almendras, la cifra aumenta a 20.
Sándwich integral
Un sándwich vegetal pequeño también es una excelente opción para merendar en verano. Y puede ser muy refrescante si añadimos alimentos como el pepino. Considera el pan integral en lugar del blanco para saciar mejor tu apetito. Y utiliza hierbas aromáticas, hummus, pasta de aguacate o especias en lugar de salsas para recortar el número de calorías.