Si a menudo sufres de hinchazón de vientre, una incómoda sensación que suele aparecer después de comer, es muy posible que se deba a alguna de estras tres causas. Averigua cuál es y elimina o mantén bajo control ese hábito para no volver a sentirte como un globo nunca más.
Ingieres alimentos productores de gas (brócoli, alubias…), bebidas carbonatadas, sal, lácteos y alimentros grasientos. No se trata de renunciar a estos alimentos por completo, sino de detenerse a observar cómo responde el organismo tras su ingesta para determinar si uno o varios de ellos son los responsables. Entonces se procede a reducir las porciones hasta que el vientre se acostumbre poco a poco a digerirlos.
Comes hasta sentirte lleno. No importa si tu dieta se basa en alimentos saludables o de fácil digestión, si comes porciones demasiado grandes, te causarán hinchazón de vientre. Si te sientes constantemente hinchado y gaseoso, trata de reducir el tamaño habitual de tus porciones a la mitad.
Para determinar si comer demasiado está provocando tu hinchazón de vientre, espera 10 minutos después de terminar de comer. Si no tienes hambre, estabas comiendo más de lo que tu cuerpo podía asimilar de una sola vez. Hacer seis o siete comidas pequeñas al día no sólo previene la hinchazón de vientre, sino que también mantiene el metabolismo funcionando a pleno rendimiento.
Tragas aire al comer. Utilizar una pajita para beber y comer demasiado rápido hace que se acumule gas en el abdomen. Así que bebe directamente del vaso y tómate tu tiempo para terminarte el plato. Un truco para no ingerir aire con los alimentos es masticarlos bien antes de tragarlos. Los chicles y los caramelos duros también pueden provocar este problema, ya que nos hacen tragar con gran frecuencia, permitiendo que entre aire en el estómago.