Normalmente se presenta como la comida más importante del día. Veamos pues algunos consejos para apreciar un buen desayuno, nutritivo y equilibrado.
El metabolismo rinde mejor por la mañana
Las personas que toman un desayuno copioso y una cena ligera pierden dos veces y media más peso que aquellas que priorizan un desayuno ligero y una cena más copiosa por la noche.
Desayuno y nutrientes
No conviene dudar a la hora de experimentar diferentes tipos de alimentos y variar el menú, salmón ahumado, arándanos con un yogur a la griega, panqueques, tostadas etcétera.
El huevo, el alimento ideal del desayuno
Un huevo completo ofrece el equilibrio perfecto en proteínas y grasas saludables, y la yema contiene muchos nutrientes. Además, se prepara en solo 3 minutos.
Incorporar verduras al desayuno
Al desayuno se le pueden añadir espárragos a los huevos revueltos, o añadir verduras salteadas de la víspera a la tortilla de la mañana. Además de las muchas vitaminas y minerales, los alimentos ricos en magnesio permiten también un mejor descanso. Si no os gusta comer verduras en el desayuno, es posible realizar un smoothie a base de estos vegetales.
Añadir proteínas al pan y los cereales
Se pueden añadir huevos revueltos a una tostada de pan de centeno e incluso realzarlo con una cucharada de proteínas en polvo. Las proteínas ayudan a sentirse saciado durante más tiempo y resistirse a los picoteos de media mañana.
Cuidado con los azúcares escondidos
Estos últimos son responsables de la baja del régimen de media mañana. Los muffins y otro tipo de repostería están desaconsejados, pero conviene saber que el azúcar se esconde en el 90% de los alimentos industriales.
Comer fruta
Las vitaminas de la fruta, especialmente la vitamina C, ayudan a pasar una mañana más tranquila y a comenzar mejor el día. Las frutas frescas son siempre mejores que los zumos. Los frutos secos también son una buena alternativa, puesto que tienen más fibras y menos azúcar.