Las alergias pueden resultarnos muy pesadas y desquiciantes si no encontramos el tratamiento que ayude a que esos síntomas desaparezcan. Existen muchos tipos de alergias, para esta ocasión, os hablaremos de las más comunes, ser alérgico al polen, a las plantas, al polvo, etc.
Debemos diferenciar cuáles son los remedios que mejor nos irían, sí que es cierto que los médicos junto a la medicina pueden hacer desaparecer esos molestos síntomas, sin embargo, siempre optaremos por darle una oportunidad a los remedios caseros.
Las alergias más graves requieren de la atención de un médico o profesional, aunque para los casos más leves, con estos remedios caseros se pueden conseguir resultados asombrosos.
Remedios caseros para aliviar la alergia
- Miel: este pequeño manjar puede aliviar las alergias, y su explicación es bastante sencilla. Los que tienen alergia al polen si van consumiendo moderadamente este alimento pueden tolerarlo dado que las abejas transportan el polen de las flores a la miel. Quizá una conclusión muy disparatada, pero no cuesta nada intentarlo.
- Solución salina: Encontramos sprays en el mercado que nos facilitan la aplicación en la fosas nasales, este acto alivia inmediatamente el taponamiento y nos permite respirar normalmente.
- Hierbas y suplementos: Como por ejemplo la espirulina, la eufrasia o el sello de oro se han estudiado para el alivio de la alergia. Éstas reducen la inflamación de las vías facilitando que el riego sanguíneo recorra sin dificultad.
- Duchas: Las duchas ayudan a tener un beneficio ya que ayudan a la eliminación de los restos materiales del polen, que pueden depositarse en la piel y en el cabello. Por ello, se recomienda que si se sufre un ataque fuerte, siempre que se pueda, nos demos una ducha para liberarnos de toda sustancia nociva para nuestro organismo.
- Vapor: El vapor ayuda a modificar las mucosas y ayuda a su expulsión.
- Aceite de eucalipto: Este aceite ayuda a expulsar las mucosas atascadas en las fosas nasales. Es perfecto para inhalar ya que se ha demostrado que las hojas de eucalipto son ideales como antibacterianos y antiinflamatorios.