El próximo domingo 30 de octubre se producirá un nuevo cambio de hora. A las 3 de la madrugada serán las 2. Este hecho puede ocasionar tratornos en niños, ancianos y personas con hipersensibilidad y problemas neurológicos.
Poner en práctica estos consejos te ayudará a prevenir el dolor de cabeza, la desorientación y la falta concentración asociados a esta estrategia, que se pone en marcha dos veces al año para aprovechar mejor la luz natural y reducir el consumo energético.
Comienza a modificar la hora de las comidas y de acostarte unos días antes del cambio de hora. Hazlo de manera paulatina. Un buena idea es retrasar tus hábitos 15 minutos cada día durante las cuatro jornadas anteriores. De esta manera, estarás prácticamente aclimatado cuando llegue el día.
Mantente activo, hidratado y come lo más saludablemente posible. Haz todo lo que esté en tu mano para ayudar a tu cuerpo a desarrollar la fuerza necesaria para compensar los efectos perjudiciales que el cambio de hora puede tener sobre el reloj biológico de las personas.
Asimismo, evita las bebidas alcohólicas y la cafeína, ya que suelen agravar los síntomas asociados al cambio de hora. Limitarte al agua mantendrá estables tus niveles de energía.
La luz desempeña un papel fundamental en lo referente al reloj biológico. No dudes en probar la terapia de luz para reducir los síntomas del cambio de hora, que son similares a los del jet lag. Levantarte una hora antes a partir de la instauración del nuevo horario también te proporcionará más horas de luz solar, reduciendo el riesgo de desarrollar trastornos como ansiedad y depresión.