La tensión en los hombros y el cuello es un problema muy habitual, aunque no por ello menos molesto y peligroso, ya que puede ser el comienzo de lesiones más graves.
Por suerte, existen cosas que todo el mundo puede hacer para aliviar eficazmente la tensión en estas dos zonas del cuerpo tan proclives a tensarse.
Estiramiento suave
Adopta una posición natural, de pie con los pies a la anchura de las caderas.
Alarga el brazo izquierdo a través del cuerpo, a la altura del pecho, de manera que tus dedos apunten hacia el lado derecho. Agárralo con el brazo derecho, ambos a la altura del codo, como si fuera una pinza.
Aumenta poco a poco la presión que el brazo derecho ejerce sobre el izquierdo. Cuanto más lo acerques al pecho, más estirarás los músculos del hombro.
Mantén la posición durante alrededor de 20 segundos. Después, repite la misma operación con el otro lado.
Estiramiento de cuello por detrás
Adopta una posición natural, de pie con los pies a la anchura de las caderas y los brazos a los lados.
Lleva ambas manos detrás, a la altura de los glúteos, y sujeta la muñeca izquiera con la mano derecha. Utilizando la mano derecha, endereza suavemente el brazo izquierdo y tira de él ligeramente.
Para aumentar el estiramiento en el cuello, inclina lentamente la cabeza hacia el hombro derecho. Mantén la posición durante 30 segundos y luego cambia de lado.
Estiramiento contra la pared
Arrodíllate frente a una pared. Es posible que necesites una manta para no hacerte daño en las piernas.
Separa las rodillas hasta que la distancia entre ambas sea levemente mayor que la anchura de las caderas.
Extiende los brazos por encima de la cabeza y coloca las palmas de las manos en la pared, tan alto como puedas. Deja que la gravedad tire de tu torso hacia abajo.
No pasa nada si dejas que tu cabeza también descanse en la pared. Si no sientes el suficiente estiramiento en los hombros y el cuello, separa tus rodillas un poco más de la pared.
Respira profundamente durante 30 segundos y descarga.