Sufrir un ritmo intestinal malo repercute negativamente en muchos aspectos. El más visible es la silueta (el vientre puede permanecer hinchado), aunque la salud en general tampoco se beneficia de esta situación de obstrucción.
Si tienes problemas para ir al baño, los siguientes trucos –que en realidad son hábitos saludables– pueden ayudarte a conseguir que las cosas vayan como la seda de ahora en adelante.
Mantente hidratado
Beber el agua suficiente te ayudará a desatascar tu sistema digestivo. También es fundamental para evitar que las heces se vuelvan demasiado duras, lo que puede provocar estreñimiento. Mantén siempre una botella de agua reutilizable cerca de ti para asegurarte de que alcanzas al menos los dos litros diarios.
Practica ejercicio
Mantenerse en movimiento es uno de los secretos para que el sistema digestivo no deje de funcionar. Practicar ejercicio activa los músculos, lo que a su vez hace que el sistema digestivo se mantenga funcionando. No es necesario una hora de ejercicio de alta intensidad, sino que dar largos paseos e incluso hacer un poco de yoga puede ser suficiente para ayudarte a ir al baño de forma regular.
Come verdura
La fibra es un factor determinante a la hora de ir o no al baño. Las mujeres necesitan entre 25 y 30 gramos diarios, razón por la que debes asegurarte de comer muchos alimentos ricos en fibra, tales como la pera, los arándanos, las espinacas o el brócoli. Un buen truco es incluir alguno de ellos en todas las comidas.
Ayuda a tu cuerpo
Si tu ritmo intestinal es malo, ayuda a tu cuerpo a hacer de vientre. No esperes a sentir el impulso de ir al baño. Siéntate y relájate durante al menos 10 minutos mientras consultas el móvil o lees alguna cosa. Resulta sorprendente como, a pesar de no tener ganas, la mayoría de veces se produce la magia, especialmente si consigues poner los intestinos en la posición correcta con la ayuda de un taburete para inodoro.