La mayoría de las personas que consumen frecuentemente uvas, cometen siempre el mismo error, quitar las pepitas que contienen en su interior, porque su gusto no es tan agradable como el de la pulpa.
Hoy en día, sabemos que esta parte de la uva, que se tira normalmente, es la que contiene la mayor parte de propiedades, gracias a la gran cantidad de nutrientes que concentra. Hoy en día, la medicina y muchas compañías de la industria cosmética utilizan la pepita para elaborar remedios naturales que pueden prevenir y curar diferentes patologías.
Sin embargo, se aconseja consumir pepitas de uva en estado natural porque a pesar de su gusto amargo, aportan al organismo importantes virtudes. Para todas las personas que tienen la costumbre de tirar las pepitas de uva, hoy vamos a presentar algunas razones importantes para comenzar a comerlas.
Las pepitas de uva ricas en antioxidantes
Las pepitas de uva son ricos en compuestos conocidos con el nombre de fenólicos, tocoferoles y proantocianos, cuya acción antioxidante tiene la capacidad de proteger el organismo de problemas oxidantes provocados por las moléculas de los radicales libres.
También permiten un aporte interesante en vitamina C y en betacaroteno, nutrientes conocidos por hacer frente a muchos efectos negativos externos que influyen de manera directa en la salud.
Las pepitas de uva ayudan a purificar la sangre
Gracias a su riqueza nutritiva y su aporte en compuestos antioxidantes, estas pepitas pueden ayudar a purificar la sangre para eliminar los residuos restantes de los medicamentos y de otros elementos nocivos que se acumulan en el flujo sanguíneo.
Por lo tanto son excelentes para las personas que sufren una enfermedad cardíaca porque estimulan la circulación sanguínea y evitan la formación de trombos.
Las pepitas de uva previenen el cáncer
Gracias a su alto contenido en antioxidantes, estas pepitas son muy eficaces para combatir el cáncer de mama, de piel y de próstata. Su acción contra los radicales libres podría parar los daños celulares que están en el origen de la aparición de un cáncer.