Cuando comer fuera de casa se convierte en algo habitual, como por ejemplo durante las vacaciones, es fundamental ejercer un pequeño control sobre lo que nos llevamos a la boca y en qué cantidades, tanto si estás intentando adelgazar como si sólo deseas mantener la línea.
Los siguientes son sencillos trucos que te ayudarán a comer fuera de casa de manera más saludable, y así poder prevenir el exceso de calorías que conduce al sobrepeso:
Elige comidas cocinadas a la plancha, asadas o a al vapor en lugar de fritas. Un gran ejemplo son las patatas horneadas como alternativa saludable a las patatas fritas. Asimismo, apuesta por los alimentos en el plato en lugar de los sándwiches para evitar el pan.
Comienza por una ensalada en lugar de los típicos aperitivos grasientos. Te llenará mucho más, aportando el triple de nutrientes, y a cambio de muchas menos calorías que, por ejemplo, unos nachos con queso.
Pide que te pongan todos los aderezos y salsas a un lado en lugar de sobre los alimentos, para así poder controlar la cantidad que ingieres.
La bebida puede disparar el número de calorías de una comida. No abuses de los refrescos carbonatados, que se han de limitar a uno o dos por semana. Si eres un amante del vino, considera pedir una copa en lugar de una botella entera.
El postre es otra parte de la comida que hay que vigilar mucho al comer fuera, aunque no es necesario que te lo saltes por sistema. En función del restaurante, es posible encontrar postres saludables en la carta. Si estás acompañado, y es bastante grande, considera compartir el postre para ahorrarte la mitad de las calorías.