La razón principal por la cual algunos atletas consumen cartílago de tiburón es que contiene muchas proteínas, nutrientes que refuerzan las articulaciones y los músculos. El cartílago permite prevenir heridas en las rodillas y en los tobillos.
El cartílago de tiburón también tiene propiedades antiinflamatorias, lo que permite reducir considerablemente el dolor provocado por la inflamación de las articulaciones, favoreciendo la regeneración del tejido dañado. El cartílago de tiburón alivia el dolor causado por la artritis, y más precisamente, favorece la regeneración de los tejidos dañados.
La gran cantidad de calcio de proteínas del cartílago de tiburón contribuye a estimular el sistema inmunitario. Además, los mucopolisacáridos favorecen la curación de ciertas enfermedades como el asma, las hemorroides, el eczema o el enfisema.
El cartílago de tiburón protege también el sistema digestivo y repara las paredes del estómago dañadas. Este suplemento es ideal para aliviar los dolores de estómago y mejorar el tránsito intestinal. En cualquier caso, es necesario que el régimen alimenticio sea sano, con fibras y débil en grasas para facilitar la función intestinal.
El cartílago de tiburón ayuda a prevenir el glaucoma. Su consumo ayuda a regular la presión del ojo, dificultando la formación del glaucoma, una enfermedad que ataca al nervio óptico. También se utiliza este producto para prevenir el cáncer. De hecho, frena el crecimiento de células cancerígenas y protege los tejidos sanos, de manera que se utiliza para controlar el cáncer de mama, de ovario, de cuello de útero, de próstata o de páncreas.