La flor de hibisco tiene un poder adelgazante, puesto que ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en el cuerpo y, gracias a su efecto diurético, favorece la eliminación de toxinas por la orina. La flor de hibisco, gracias a su contenido en vitamina C, es un excelente instrumento para combatir el envejecimiento prematuro de las células.
Además, es muy utilizado para recuperarse de un resfriado y de una resaca. Si se toma en infusión caliente, la flor de hibisco es excelente para combatir el insomnio. Porque sus propiedades calmantes ayuda al cuerpo a recuperar fácilmente el sueño, favoreciendo un descanso profundo. La flor de hibisco también ayuda a bajar la tasa de colesterol alto y los triglicéridos en la sangre, y es bueno para reducir la hipertensión arterial y combatir las enfermedades metabólicas como el síndrome metabólico.
La flor de hibisco permite prevenir enfermedades de la piel. La infusión es para esto la mejor forma de consumirla, con el fin de tratar erupciones cutáneas o alergias. La flor de hibisco es ideal para reducir los dolores musculares gracias a su alto contenido en calcio, hierro y fósforo. Además, se ha comprobado que el agua de hibisco es muy eficaz para prevenir la ceguera nocturna y ayudar al organismo a digerir fácilmente.