Si no se ingiere la cantidad suficiente de proteína después del entrenamiento matutino, pueden haber consecuencias para la línea y la energía. Asegúrate de tomar entre 100 y 150 gramos de proteína cuando hayan pasado 30 minutos de la finalización de tu rutina. Según los expertos, ese momento es el ideal para repostar, ya que el ritmo cardíaco y la tensión arterial todavía permanecen elevados.
No sabotearás tu dieta. Proporcionar al cuerpo la proteína suficiente después de un entrenamiento evitará que te sientas hambriento durante todo el día y abuses de los tentempiés, ya que producen un efecto saciante de larga duración.
Te sentirás menos fatigado. Después de practicar ejercicio, el flujo de sangre hacia los músculos es mucho mayor, dado que se produce un aumento del ritmo cardíaco y la tensión arterial, unas condiciones óptimas para realizar un repostaje de nuestros depósitos de glucógeno. Además, la proteína suministra los aminoácidos esenciales para reparar el daño muscular producido por el entrenamiento.
Aumentarás tu masa muscular más rápido. En el caso de que solamente quieras tonificar tus músculos, los resultados también llegarán antes tomando la cantidad especificada de proteína alrededor de treinta minutos después de la conclusión del entrenamiento.
A la hora de conseguir proteínas, tienes muchas opciones. Puedes tomar un batido de proteínas en polvo, que es sencillo y rápido de preparar; o preparar un desayuno proteico. Para ello debes incluir alimentos como el huevo, el queso fresco y las nueces.