El aceite de argán se produce únicamente en Marruecos, y forma parte del fruto de un árbol que tiene efectos sobre la salud y la belleza, de manera que este producto natural cada vez es más utilizado.
Por razón de su alto contenido en ácidos grasos esenciales como el ácido linoleico, el aceite de argán es un potente hidratante para la piel y el cuerpo. Se puede utilizar como una loción hidratante que ofrece excelentes resultados, en particular para las pieles secas.
El aceite de argán también es un buen aliado contra el cabello seco mejorando su apariencia. Se puede aplicar directamente sobre las puntas del pelo, añadirlo al champú o acondicionador o a una mascarilla, utilizándolo todos los días para hidratar y hacer que el cabello esté más bonito y sano.
Con su contenido en antioxidantes y vitamina E, el aceite de argán es conocido por sus propiedades antiedad, por ayudar a combatir el envejecimiento prematuro. Favorece igualmente la oxigenación y la elasticidad de la dermis, lo que mejora su aspecto.
Estos mismos ingredientes facilitan y ayudan a la regeneración de la piel, favoreciendo no únicamente la hidratación, sino reduciendo las cicatrices, las estrías, las marcas del acné. Es una excelente elección para aquellos que quieren tener una piel más bonita y renovada, reduciendo la presencia de marcas.
Si queréis fortalecer naturalmente las uñas, el aceite de argán es un gran aliado, porque gracias a su contenido en vitamina E, ayuda a mejorar su apariencia. Para garantizar la salud y la fuerza de las uñas.
Además, el uso cotidiano en la piel permite igualmente protegerla contra los factores externos como el sol o la contaminación, manteniendo siempre su apariencia y su salud. Recomendamos añadir algunas gotas de aceite de argán a la crema de noche para el rostro y beneficiarse de todas sus virtudes.