El perejil es una planta conocida dentro de las plantas aromáticas comestibles, porque puede ser cultivada en maceta, o en el jardín, y por lo tanto es posible disponer de sus hojas tiernas y frescas cuando se desee para acompañar a una gran variedad de platos. Para su crecimiento y reproducción, es necesario que le dé la luz del sol y que no esté plantada en una tierra demasiado compacta.
La manzanilla
La manzanilla es una planta cargada de belleza, pero además de iluminar el jardín o la terraza, es muy útil para relajarse, porque permite confeccionar deliciosas infusiones con sus hojas. En cualquier caso, requiere igualmente cuidados de base como un entorno soleado, regarla con frecuencia para mantener los niveles altos de humedad, y una tierra permeable y drenada. De esta forma, no hay que cortar los tallos y las hojas, puesto que podría debilitarse, pero durante la floración en la primavera, conviene cortar las puntas de los tallos donde habrán crecido flores para que puedan crecer más fuertes.
La menta
La tercera planta que proponemos es una hierba aromática esencial, la menta, porque se puede cultivar tanto en maceta como en el jardín. En cuanto a sus necesidades, requiere mucha agua, pero también fertilizantes durante la primavera. Además, es una planta que prefiere la sombra parcial a la luz directa del sol.
La lavanda
La lavanda posee un aroma envolvente y un bonito color lila. Para una conservación ideal, es necesario cortarla después de haberla podado, con el fin de que los nuevos tallos no se vuelvan leñosos. Además, se debe cortar una vez que ha florecido. En cualquier caso, antes de cultivar la lavanda, conviene conocer que prefieren los sustratos aislados, arenosos, secos y calcáreos, y que requiere mucho sol y drenaje suficiente, pero no abundante, para evitar que se pudran las raíces.
El poleo
Otra hierba relajante que se puede plantar en el jardín es el poleo, que requiere pocos cuidados, salvo regarlo con frecuencia. Además, se adapta fácilmente a diferentes tipos de terreno, incluso a aquellos que no tienen un buen drenaje. El poleo se consume en infusión, para beneficiarse de sus propiedades a la hora de cultivarlo en el jardín.