En primer lugar, se puede señalar que estas contraindicaciones se aplican especialmente en los casos de personas que utilizan este alimento de forma recurrente como remedio natural para ciertas afecciones, sobre todo las que toman ajo de forma medicinal, como cápsulas y otro tipo de preparaciones. Por el contrario, el consumo de ajo como condimento o tomado de forma esporádica no comporta ningún tipo de contraindicación.
El ajo es un alimento difícil de digerir y por eso las personas con un estómago delicado o que tienen acidez y otras afecciones gástricas, tienen que moderar la ingesta de ajo para evitar la irritación de sus mucosas. De esta forma, si se sufre un problema gastrointestinal, se debe consultar con el médico para ver si se puede utilizar el ajo como condimento o como remedio natural.
De esta forma, si se sufren problemas de coagulación sanguínea o de sangrados se debe evitar comer ajo o utilizarlo en cualquier tipo de preparación. Este alimento contiene muchos anticoagulantes naturales que serán contraproducentes en estos casos e incluso peligrosos para la salud. Por el mismo motivo, se desaconseja en personas que acaban de ser operadas o que lo van a ser, puesto que podrían retrasar su curación.
Las personas diabéticas y especialmente las que toman medicamentos para tratar la diabetes, tienen que tener precaución con el ajo, porque posee efectos hipoglucémicos, es decir capaces de reducir los niveles de glucosa. De esta forma, el ajo o las preparaciones a base de este producto natural pueden hacer bajar la glucosa en sangre y provocar ciertos problemas.