Muchas personas piensan que no es necesario preocuparse por las cardiopatías durante la juventud. Un gran error, ya que la prevención de las enfermedades del corazón debe comenzar en la veintena.
A pesar de que la prevalencia de enfermedades cardiovasculares es baja en mujeres premenopáusicas –probablemente debido a los efectos parcialmente protectores del estrógeno–, los factores de riesgo primarios pueden aparecer a partir de los 20 años.
Aparta los malos hábitos y mantente activo
Las opciones de estilo de vida que se hacen a partir de los 20 años pueden reducir o aumentar drásticamente el riesgo de desarrollar una cardiopatía más adelante. Fumar, abusar del alcohol y las malas elecciones alimentarias (grasas trans, excesos de sal y azúcar, poca fibra…) se encuentran entre los hábitos que aumentan las probabilidades de enfermar del corazón.
Si deseas prevenir las cardiopatías antes de que sea demasiado tarde, es necesario que dejes de fumar, comas sano y practiques ejercicio regularmente. El estilo de vida sedentario es uno de los mayores enemigos de nuestro órgano más importante.
Las modificaciones de estilo de vida no tienen que ser importantes. Cuando se trata del entrenamiento, es suficiente con 150 minutos a intensidad moderada o 75 de tipo vigoroso cada semana, que es muchísimo menos de los que la mayoría le dedica a ver la TV o a consultar las redes sociales en un día.
Dieta mediterránea
Según las investigaciones, la dieta ideal para proteger el corazón es la mediterránea: fruta, verdura, legumbres, cereales, granos, carne, pescado, huevos, marisco y aceite de oliva. Sin embargo, la prevención de las cardiopatías no es algo exclusivo de la dieta mediterránea. Si tu alimentación es saludable e ingieres grasas no saturadas en lugar de grasas trans (que se encuentran habitualmente en los alimentos procesados) también estarás contribuyendo a gozar de una mejor salud del corazón.