Adoptar unas buenas prácticas alimenticias es lo ideal para garantizar el buen funcionamiento del organismo y mantener un peso normal estable. Una alimentación sana y equilibrada participa en la prevención de ciertas enfermedades.
Ningún alimento contiene todo lo que nos es necesario en proteínas, glúcidos, lípidos, vitaminas, y minerales, así como no hay ni un solo alimento que se pueda desechar completamente dentro de un régimen alimenticio normal. No hay «malos» alimentos, sino sólo malos hábitos alimenticios.
Los aporte calóricos recomendados dependen del sexo, la edad y el nivel de actividad física. Independientemente de la cantidad de estas calorías, se recomienda aportar entre 50 y 55% de energía en forma de glúcidos; de 30 a 35% en forma de lípidos, de los cuales 8% deben ser ácidos grasos poliinsaturados; y entre 10 y 15% en forma de proteínas.
Los diferentes grupos alimenticios son más o menos ricos en glúcidos, lípidos, y proteínas, así como en vitaminas y minerales. Para el equilibrio alimenticio, como para el placer de comer, cada día se deben comer alimentos de cada una de estas familias, en función de los aportes aconsejados.
Más información – Alimentarse a base de proteínas