¿Sabías que la hierbabuena puede ayudarte a combatir distintos trastornos? Ofrece buenos resultados con la congestión nasal, el acné y otros problemas comunes.
Aunque se puede encontrar fresca en muchos mercados, lo mejor es cultivarla nosotros mismos en casa para después utilizarla ya sea cruda o procesada con algunos de los métodos que te explicamos a continuación:
Beneficios
El mentol que contiene la hierbabuena puede ayudar a respirar mejor en caso de congestión nasal. Una infusión de esta planta es una excelente idea para aliviar uno de los más molestos síntomas de resfriados y gripes.
Gracias a su efecto refrescante, puede ayudar a reducir toda clase de dolores, mientras que aplicada de manera tópica trata el acné y consigue que la piel luzca más luminosa.
Sus propiedades antiespasmódicas la convierten en un excelente remedio natural contra las náuseas. Muchas personas la encuentran útil para aliviar el malestar estomacal y los mareos asociados a los viajes en barco y avión.
Después de las comidas, especialmente de las más copiosas, tomar una infusión de hierbabuena es una sabia decisión, ya que otra de las ventajas para la salud del mentol es que facilita la digestión.
Cómo almacenarla
Secado: Toma una bolsa de papel y hazle pequeños orificios. Introduce un manojo de hierbabuena y cierra la bolsa. Para terminar, cuélgala en algún sitio cálido y seco para que se seque completamente.
Refrigeración: Consérvala en el frigorífico envuelta en un paño húmedo o con los tallos en remojo para que mantenga una frescura óptima.
Majado: Se puede obtener aceite de hierbabuena moliéndola en un mortero y vertiendo aceite por encima. Después, se deja que empaste durante toda la noche antes de cambiarlo a un envase.