El consumo de frijoles de invierno mantienen su colesterol bajo control, los guisantes y las habas son buenas fuentes de fibra soluble y estas tienen la capacidad de reducir el llamado colesterol malo o “LDL”, que es el tipo responsable de la acumulación grasa en las paredes de las arterias.
Las judías de soja y garbanzos también contienen esteroles vegetales, que son moléculas también capaces de reducir el colesterol LDL, mientras que a la vez elevan los niveles del colesterol bueno o “HDL”, favoreciendo el equilibrio de los mismos y favoreciendo el control del peso como gran numero de enfermedades relacionadas, como las cardiacas por ejemplo.
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