La mayoría de problemas eréctiles en el hombre tienen su origen en factores psicológicos tales como el estrés y la ansiedad, sin embargo existen otros factores que pueden causar este problema y uno de ellos es el colesterol cuando se encuentra en exceso (colesterolemia).
La función eréctil depende específicamente del sistema circulatorio y éste del estado de las arterias o vasos sanguíneos, por lo tanto para lograr una erección los vasos que irrigan el pene deben estar saludables o funcionales al cien por cien, ya que cuanto más saludable se encuentren más fuerte será la erección.
Por lo tanto es muy comprensible que la aparición de trastornos vasculares puede afectar este proceso eréctil por reducción del flujo sanguíneo en la zona, debilitando la tensión requerida para realizar el acto sexual satisfactorio.
Los vasos sanguíneos son dañados por el colesterol alto, que es el origen de la presión arterial alta (Hipertensión) y la diabetes, ambas enfermedades pueden conducir a la acumulación del mismo en las paredes arteriales provocando el estrechamiento y el endurecimiento de los vasos sanguíneos.
Una investigación realizada en Suecia encontró que el hombre con los niveles de colesterol de 270 mg / dL o más, tienen un mayor riesgo a padecer cáncer de testículo en una proporción cuatro veces mayor que los hombres con niveles de colesterol de 220 mg o menos.
Consejo saludable: Para evitar esta situación mantenga una dieta equilibrada, evite fumar y haga ejercicio de forma regular, ya que las actividades deportivas han demostrado ser muy eficaces al mejorar los niveles de colesterol bueno (HDL) en sangre y disminuir el colesterol malo (LDL).
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