Una dieta líquida es aquella que proporciona todas las calorías (o por lo menos una buena parte) a través de bebidas en lugar de alimentos sólidos. Idealmente, se trata de proteínas, vitaminas, minerales y carbohidratos de fácil digestión, así como pequeñas cantidades de grasa.
A menudo se utilizan antes o después de una operación. Además, dado que suelen ser bajas en calorías, a veces se utilizan para perder peso.
¿En qué consisten?
Cuando se lleva a cabo una dieta líquida, bebidas como zumos de frutas y de verduras, infusiones, caldos y batidos sustituyen a las comidas habituales en unas cantidades de tres o cuatro diarios. A veces también se permite tomar gelatina.
El tipo de dieta líquida a seguir depende de las necesidades de cada persona. Algunas dietas líquidas reemplazan todas las comidas del día por líquidos, mientras que otras únicamente lo hacen con una o dos. En estos casos suelen ser el desayuno y la comida del mediodía. La cena es una comida saludable.
Hay empresas que venden batidos para reemplazar a las comidas. Este tipo de dieta líquida suele ser la primera fase de un plan de pérdida de peso. Más adelante se reintroducen poco a poco los alimentos sólidos. También están las famosas dietas líquidas con fines desintoxicantes. En esta versión se toman únicamente bebidas a las que se les atribuye el poder de eliminar sustancias tóxicas del organismo, pero no se consideran saludables por la falta de nutrientes.
Por último, los médicos pueden recomendar un dieta líquida antes o después de algunas operaciones. Hay varios tipos, siendo unas más estrictas y otras menos en lo que se refiere a líquidos permitidos. Un ejemplo son las personas con obesidad que necesitan situarse en un peso seguro antes de someterse a algún tipo de cirugía, incluyendo las cirugías para perder peso. La dieta líquida también puede ser beneficiosa cuando se necesita ofrecer un descanso al sistema digestivo. Los episodios de vómitos o de diarrea son un ejemplo.
¿Son lo suficientemente nutritivas?
Antes de comenzar una dieta es importante plantearse esta pregunta: ¿es lo suficientemente nutritiva? En el caso de las dietas líquidas, es necesario asegurarse de que las bebidas aportan el 100% de todos los nutrientes que el cuerpo necesita durante el día, especialmente cuando se sustituyen por bebidas todas las comidas del día.
A pesar de que cualquier persona puede hacer una dieta líquida por su cuenta, se aconseja buscar supervisión médica por seguridad, sobre todo cuando se trata de las versiones más bajas en calorías. Y es que éstas difícilmente aportarán las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales de una dieta equilibrada y saludable, lo que puede conducir a una variedad de efectos secundarios, algunos muy peligrosos. Las dietas líquidas que no permiten comidas sólidas pueden privarte de nutrientes esenciales.
¿Son seguras?
Consulta con tu médico acerca de si la dieta líquida es apropiada para ti. Asimismo, para que esta dieta sea segura debe hacerse bajo la supervisión de un profesional, especialmente las versiones más bajas en calorías. Aparte de elaborar una dieta adecuada para ti, el trabajo principal del dietista será hacer un seguimiento y asegurarse de que obtienes las calorías y nutrientes necesarios mientras te encuentres haciendo la dieta líquida. Eso puede incluir suplementos alimenticios.
Las dietas líquidas más seguras son las que no son muy bajas en calorías e incluyen una o dos comidas sólidas diarias. La razón es que permiten que el adelgazamiento sea más gradual y saludable, lo que aumenta las probabilidades de que sea una pérdida de peso duradera. Los alimentos saciantes desempeñan un papel altamente importante a la hora de cumplir dichos objetivos.
En cambio, tomar únicamente líquidos durante períodos prolongados de tiempo no se considera seguro. Cabe señalar que no es recomendable seguir una dieta líquida cuando se sufre alguna enfermedad crónica. Tampoco se consideran seguras para las mujeres embarazadas o lactantes.
¿Funciona para perder peso?
Seguir algún tipo de dieta líquida puede ayudarte a perder peso. Como sucede con todos los planes de adelgazamiento, la clave está en quemar más calorías de las que consumes. Y este tipo de dietas suele ayudar a cumplir este requisito.
Pero la mayoría no están pensadas para seguirse a largo plazo. Por tanto, existe el riesgo de recuperar el peso perdido después de terminar la dieta líquida y volver a tu vida normal. Sus resultados tienden a no ser duraderos debido a que se han producido a causa de un recorte drástico en las calorías ingeridas y no a través de un cambio en tus hábitos alimentarios.
Sin embargo, hay dietas líquidas mejores que otras en este aspecto. Las más efectivas y recomendables para las personas con sobrepeso son aquellas que ayudan a controlar las porciones y el número de calorías diarias. Se trata de las versiones menos drásticas, las cuales combinan los líquidos con alimentos sólidos.