Sentirse más ligera es posible gracias a estos cuatro hábitos que puedes repartir a lo largo de tu jornada con bastante facilidad.
Se trata de pequeños trucos alimentarios que pueden marcar una gran diferencia contra la hinchazón de vientre y sus efectos secundarios, como la fatiga, los gases y las náuseas.
Agua con limón
Tomar una taza de agua caliente con limón por la mañana es una excelente manera de poner en funcionamiento el sistema digestivo para el resto del día. Si no te gusta el sabor del agua de limón, puedes prevenir la hinchazón abdominal con otras bebidas saludables, como el té verde con limón. Recuerda que no es un desayuno, sino un complemento, razón por la que después debes tomar tu café con tostadas o aquello que desayunes habitualmente.
Evitar los lácteos
Si eres una de las muchas personas a las que los productos derivados de la leche no le sientan bien, no dudes en cambiarlos por alimentos que te ayuden a mantenerte ligera. Las leches y yogures vegetales, el aguacate, el tofu, la avena, etc, son tus aliados a la hora de no consumir lácteos o reducir su ingesta.
Fruta en el almuerzo
Para prevenir la hinchazón hay que priorizar el consumo de fruta y verdura. Alimentos como la piña y la papaya contienen enzimas que ayudan a descomponer las proteínas, facilitando la digestión. Un bol de fruta cortada en dados es un excelente almuerzo o merienda, mientras que en las comidas principales, la del mediodía y la cena, asegúrate que todo gire en torno a una saciante y ligera ensalada.
Infusión antes de irse a la cama
Termina el día como lo empezaste, con una bebida saludable. En este caso, lo ideal es preparar una infusión a base de hierbas que tengan propiedades contra la hinchazón. Existen muchas que ayudan a sentirse más liviana, a la vez que se consigue una sensación de calma en el estómago, como la manzanilla o el té verde.