Cuando se desea quemar más grasa para que el peso deseado llegue lo antes posible, es necesario enfocar cada comida hacia la aceleración del metabolismo.
Esto es lo que no debes dejar de comer durante el desayuno, la comida y la cena para deshacerte de esos kilos de más y sentirte a gusto con tu silueta de una vez por todas.
Una taza de café o de té verde puede acelerar la velocidad del metabolismo entre un 5 y un 8 por ciento. Y contar con un metabolismo a pleno rendimiento es fundamental para quemar más grasa. Sólo asegúrate de no sobrepasar las dos o tres tazas diarias para que el sistema nervioso central no termine resintiéndose por culpa de la cafeína.
Cargados de fibra dietética y carbohidratos complejos, comer granos enteros (trigo, avena, centeno, maíz…) durante el desayuno acelera el metabolismo y proporciona energía para todo el día.
Cuando te sientes a comer al mediodía, asegúrate de que siempre hay algo de proteína en tu plato. Dado que ofrecen más resistencia a la hora de metabolizarlos, incluirlos en las comidas es una forma inteligente de quemar más grasa.
Beber abundante agua durante las comidas no sólo ayuda a saciar el apetito y, por lo tanto, a reducir las porciones, sino que también ayuda a quemar calorías por sí sola. Un consumo saludable de H2O (entre 2 y 3 litros diarios) ha sido vinculado con una mayor quema de grasa. Si en el trabajo tiendes a descuidar el beber agua, aprovecha la comida para recuperar el tiempo perdido.
Una forma sencilla, aunque altamente efectiva, de dar un impulso al metabolismo durante la cena es familiarizarse con las especias y utilizarlas con profusión. La capsaicina de las especias picantes aceleran el metabolismo y frenan los antojos. Si no eres fan del picante, puedes emplear la cúrcuma, el jengibre o la canela, que han demostrado ayudar al cuerpo a quemar más grasa.