Identificar y eliminar esas pequeñas o grandes cosas que drenan la energía debe ser una de las prioridades de todas las personas.
La fatiga producida por estas situaciones perjudiciales puede conducir a problemas más graves como la depresión y otras enfermedades si no se toman cartas en el asunto. Las siguientes son algunas de las cosas que suelen succionar mucha energía y cómo impedirlo.
Ejercicio (poco o demasiado)
El drenaje de energía puede producirse tanto por no hacer suficiente ejercicio como por sobreentrenar. En el primer caso porque se ha comprobado que es necesario para energizar física, mental y emocionalmente. Por otro lado, practicar demasiado ejercicio agota las reservas de energía, descompone el músculo y, finalmente, nos hace más debiles. Los entrenamientos exagerados también suprimen el sistema inmunológico. De esta manera, lo más inteligente desde todos los puntos de vista es intentar encontrar un equilibrio entre los dos extremos.
Falta de sueño
Sufrir a menudo problemas para conseguir una buena noche de sueño es una de las cosas que más energía arrebata. Averigua qué lo está causando y ponle remedio cuanto antes. El estrés, los estimulantes o la ansiedad son algunas de las causas más habituales del insomnio.
Desorden
Un hogar o un lugar de trabajo desordenados pueden provocar que te sientas aletargado y carente de energía y optimismo. Para remediarlo, adjudica a todos los objetos un lugar de almacenamiento, escribe una lista de tareas diarias y guarda únicamente aquellas cosas que te gusten o te resultan útiles, dejando marchar el resto. El orden y la organización nos hacen más fuertes.
Falta de autoestima
Intentar complacer a los demás todo el tiempo y tratar de encajar pueden ser unos grandes drenantes de energía. Aumentar la autoestima requiere tiempo y esfuerzo –a menudo con la guía de un terapeuta–, pero una vez que nos sentimos más a gusto con nosotros mismos, la fatiga y la impotencia no están tan presentes en nuestra vidas, por lo que la recompensa vale mucho la pena.