El término cetogénico se refiere al estado de cetosis en el que se encuentra el organismo cuando se consumen mayoritariamente lípidos y proteínas, y que se limitan los glúcidos. Inicialmente concebido para tratar a los epilépticos a largo plazo, pero también para tratar ciertos casos de obesidad mórbida, y permitiendo una pérdida de peso rápida, esta alimentación se extendió posteriormente como un tratamiento médico exponiendo a las personas que no hacían un seguimiento médico profesional a ciertos riesgos.
Para garantizar su funcionamiento, y por lo tanto producir energía a partir de la alimentación, el organismo debe metabolizar los nutrientes de los que dispone. En este contexto, se trata en prioridad de los lípidos y de las proteínas. Este funcionamiento es normal para el cuerpo, puesto que este último está hecho para utilizar mayoritariamente los glúcidos. Degradando los lípidos y proteínas para producir energía, el cuerpo produce cuerpos cetogénicos.
Las consecuencias negativas del régimen cetogénico
A pesar de la gran capacidad de adaptación del organismo, esta situación anormal engendra residuos nefastos para el hígado a través de la lipolisis, concretamente la metabolización de lípidos con el fin de crear energía. Los cuerpos cetogénicos tendrán que ser eliminados.
Además, para garantizar un aporte calórico y mantener la masa muscular, se debe consumir más proteínas de lo necesario, de esta forma la dieta cetogénica expone a los siguientes riesgos:
- Acidificación del pH sanguíneo con las consecuencias asociadas,
- aumento de inflamaciones,
- ralentización del metabolismo,
- debilidad general del organismo,
- reducción de la síntesis de proteínas,
- cálculos renales,
- funcionamiento anormal del hígado,
- alta tasa de colesterol,
- deshidratación,
- reducción de la densidad ósea.
Por consiguiente, la dieta cetogénica no es recomendable en su forma inicial. Puede, en ciertos casos de dificultad extrema, ayudar a perder peso, y en una versión modificada con 5 días bajos en glúcidos y un día de recarga, permitir un relanzamiento del metabolismo, y por lo tanto de pérdida de peso. Sin embargo, antes de llegar a esto, es preferible hacer un seguimiento a través de un profesional y plantear estrategias menos arriesgadas para eliminar grasa y perder peso.