Las infusiones son ideales para reducir las molestias provocadas por el estómago. Preferentemente, se deben tomar en ayunas, y las más recomendables son la menta, la manzanilla, el hinojo y el té verde.
Un vaso de agua templada en ayunas permite mejorar eficazmente el estómago que se encuentra en estado calamitoso. Esto constituye un excelente depurador para eliminar las toxinas y al mismo tiempo reducir y estimular el tránsito intestinal.
Se puede añadir el zumo de un limón en el vaso de agua. Algunas gotas en ayunas ayudan a mejorar el estado del estómago durante el día y favorecen la eliminación de grasas. Sin embargo, es un método que no se recomienda si se sufre por culpa de una úlcera, de una gastritis o de acidez.
Muchas hierbas aromáticas poseen grandes propiedades digestivas y limpiadoras del estómago. Una infusión de orégano o de romero bien filtrada antes de acostarse es igualmente un remedio que ayuda a la digestión y a mejorar el estado del estómago.
Se puede realizar una cura durante varios días, solo comiendo frutas frescas y verduras crudas cuidadosamente lavadas. Acompañadas de agua y de infusiones, esta dieta no debe superar los 5 días.
Si se sufren problemas de colon, se pueden comer muchas fibras que ayudan a estimular el tránsito intestinal y reducir la inflamación. Pero cuidado, si no se está seguro del problema que se tiene y si realmente procede del colon, las fibras pueden por el contrario aumentar la molestia, y en este caso más vale acudir a un médico.