¿Tus ensaladas de frutas te quedan demasiado planas? Pon en práctica estos sencillos consejos y observa como este plato tan saludable se vuelve no sólo más atractivo sino también mucho más agradable en el paladar.
Compra siempre fruta de temporada. De esta manera, tu ensalada tendrá un sabor y textura óptimas y evitarás el toque harinoso y soso que pueden darle a tu ensalada de frutas los productos en temporada baja.
Elige frutas con el mismo nivel de madurez, puesto que el plato se torna menos apetecible cuando algunas están muy blandas y otras demasiado duras. A nivel de textura, nos sabrá mejor si todas las piezas son suaves y maduras con un pequeño toque crujiente en cada bocado. Evita tanto la fruta excesivamente madura como aquella que esté demasiado verde.
A la hora de conseguir que nuestras ensaladas de frutas entren por los ojos, es importante mezclar frutas de diferentes colores y texturas. Incluye colores llamativos como el verde, el naranja o el rojo y asegúrate de que haya frutas crujientes, jugosas y fibrosas para producir diferentes sensaciones en la boca.
Retira los tallos y huesos antes de añadir la fruta al plato. El tema de la piel queda a tu elección. El plato siempre se verá más limpio si se la quitamos, aunque también hay que recordar que en esta parte de la fruta se encuentran muchos nutrientes.
Utiliza partes iguales de cada fruta y córtala en dados o rebanadas uniformes. De esta manera será más atractiva y fácil de comer. Es muy sencillo, sólo elige una medida y mantente fiel a ella a medida que vas cortando la fruta y vas añadiendo los trozos en el recipiente.