¿Te resulta difícil comer ensaladas en invierno? No eres el único, ya que son muchas las personas que sienten rechazo hacia ellas durante los meses de frío debido al carácter refrescante y crujiente de las verduras.
Sin embargo, no tiene por qué ser así. Es posible preparar ensaladas calientes, para que sean más atractivas cuando las temperaturas nos piden algo sustancial. Averigua cómo a través de los siguientes consejos y sigue disfrutando de este plato tan ventajoso para perder peso.
Añade verduras asadas
Dale un reconfortante toque caliente a tus ensaladas en invierno cubriéndolas con verduras asadas, como calabaza, brócoli, coliflor o pimientos. Además de aumentar la temperatura de tu ensalada (ayudándote a comabtir el frío), este truco hará que la comida tenga una mayor consistencia.
Añade granos cocidos
Se trata de otra excelente manera de inyectar calor a tu ensalada. Apuesta por la quinoa o el arroz integral para saciar tu apetito con su riqueza en fibra y disfrutar de energía de larga duración gracias a su aporte de proteínas.
Añade proteína caliente
Una buena ensalada debe contener proteína. En invierno, continúa poniendo del tipo que más te guste (pollo a la parrilla, tofu…), pero antes aseguráte de que está caliente. Las alubias calientes también contribuyen a que una ensalada se vuelva más apetitosa durante los meses de frío.
No olvides las grasas saludables
Para que la sensación de satisfacción se mantenga durante horas, no basta con añadir granos enteros y proteína. Las grasas saludables también desempeñan un importante papel, así que agrega aguacate si deseas cremosidad o almendras, semillas de girasol y semillas de chía si prefieres lo crujiente. El omega 3 puede reducir la inflamación que conduce, por ejemplo, al asma, cuyos casos aumentan durante el invierno.