Las caminatas son uno de los mejores ejercicios que podemos practicar. Mejora el bombeo de sangre, la respiración… Además, caminar ayuda a despejar la mente y aliviar la ansiedad y el estrés, especialmente cuando se está rodeada por la naturaleza.
Lo único que le falta a las caminatas para ser perfectas es un poco más de entrenamiento de fuerza. Los siguientes movimientos te ayudarán a que tus músculos progresen de la mano de tu sistema cardiovascular la próxima vez que practiques esta actividad.
Sube las pendientes a zancadas
Cuando llegamos a una pendiente, lo normal es subirla dando pasos grandes y lentos. En lugar de eso, mantén el torso erguido y haz todo lo posible para que tu rodilla no sobrepase el tobillo. Realiza diez zancadas con cada pierna a medida que subes para aumentar los resultados que ya de por sí el senderismo tiene sobre la parte inferior del cuerpo.
Haz 20 sentadillas al principio, la mitad y el final del recorrido
Las sentadillas son un gran ejercicio para tonificar los glúteos, así como para fortalecer las rodillas y la columna vertebral. Incluye tres series de 20 repeticiones que marquen el principio, la mitad y el final de tu caminata. Lo ideal es no quitarse la mochila de la espalda, ya que así trabajaremos los músculos con más eficicencia.
Haz diez flexiones cada vez que pares a descansar
Autoimponerte diez flexiones en cada descanso te ayudará a completar el recorrido en menos tiempo, ya que lo normal es que evites parar a no ser que sea absolutamente necesario (como para beber agua o atarte los cordones). Eso se traduce en un mejor entrenamiento cardiovascular. Por su parte, las flexiones que hagas fortalecerán tus pectorales y tus tríceps.