Además de ayudar a combatir el calor durante el verano, existen otras razones de peso para ponerse el bañador y practicar la natación como entrenamiento. La natación es un ejercicio cardiovascular que aumenta la resistencia, la flexibilidad y la fuerza de las personas.
Si quieres mejorar tu masa muscular, debes saber que lanzarte al agua es más eficaz que hacerlo en tierra. Esto se debe a que el agua proporciona una resistencia mayor (entre un 12 y un 14% más que en tierra) y, sobre todo, constante. Si eres principiante y deseas obtener todos estos beneficios, sigue estos consejos:
Índice
Equípate bien
Las gafas son esenciales para practicar la natación como entrenamiento, ya que protegen los ojos y facilitan la visión bajo el agua. También es importante llevar un traje de baño diseñado para la natación, y no los que se suelen utilizar para la playa.
Relaja el cuerpo
Tensarse hace que el cuerpo se hunda demasiado en el agua. Sabrás que lo estás haciendo bien si tus caderas se mantienen cerca de la superficie. A partir de ahí, intenta alargar más cada brazada. Alcanza el agua, agárrala y tira de ella hacia atrás. Céntrate en conseguir movimientos ágiles y eficientes.
Sé paciente
Al principio, la natación puede ser difícil. No te preocupes si sientes que no nadas lo suficientemente rápido. Es mejor centrarse en conseguir una buena técnica, así como un buen fondo, antes de ponerse metas de velocidad o distancia.
Prueba los intervalos
Los intervalos trabajo-descanso son una excelente idea para mejorar la forma física mediante la natación. Nada durante unos cuantos minutos, luego descansa y repite. Intenta alcanzar una duración total de entre 45 y 60 minutos en el agua o 1.500-2.000 metros si prefieres calcular en distancia.
Nada al menos dos veces a la semana
Para conseguir grandes resultados mediante este deporte hay que tratar de nadar al menos dos veces por semana. Si puedes hacerlo más veces (4 o 5), mejor.
Sé el primero en comentar